Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en la evacuación de colecciones de museos franceses, tarea que luego combinó con labores de reportero gráfico y periodista en distintos medios. En 1956 fundó el Club Internacional de Buscadores de Tesoros. Fue un apasionado difusor de la prehistoria local: promovió rutas turísticas, descubrió una cueva en Poitou y creó un club arqueológico juvenil. También denunció el desinterés científico hacia ciertos hallazgos, como los de Glozel.
Obra destacada
Charroux fue pionero en popularizar la teoría de los antiguos astronautas, la idea de que civilizaciones extraterrestres visitaron y moldearon a la humanidad. Algunos de estos libros tuvieron traducciones al español y otros idiomas y fueron parte de la corriente llamada realismo fantástico, al estilo de El regreso de los brujos o Los carros de los dioses de Erich von Däniken.
Entre sus obras publicadas en español destacan:
Conclusión
Robert Charroux fue una figura fascinante dentro del panorama de la cultura popular y la literatura esotérica del siglo XX. Combina en su trayectoria la pasión por los misterios, la imaginación desbordante y un carisma que marcó a toda una generación de lectores. Aunque su legado esté lejos del reconocimiento académico, sigue siendo relevante para quienes exploran los límites entre mito, historia y ficción.