Falleció en 2017, pero su obra sigue siendo una referencia clave para quienes buscan comprender la influencia de las ideas esotéricas en la política, la religión y la cultura occidental.
Vida y Trayectoria Intelectual
Desde joven, Angebert desarrolló un gran interés por las tradiciones ancestrales y las corrientes filosóficas alternativas. Aunque los detalles de su vida personal permanecen mayormente privados, su carrera intelectual se consolidó en las décadas de 1960 y 1970, cuando comenzó a colaborar en revistas y publicaciones dedicadas al esoterismo y la historia no convencional.
Su enfoque se caracterizaba por una formación que iba más allá de la historiografía convencional, adentrándose en el estudio de mitologías, religiones comparadas, alquimia y otras disciplinas esotéricas. Su primera obra importante, "Hitler y la Tradición Cátara" (1971, coautoría), ya marcaba su interés por las conexiones entre el poder político y las corrientes místicas. Otra de sus obras fue "Las Ciudades Mágicas" que sigue la línea de la investigación esotérica y los misterios urbanos antiguos.
"Los Místicos del Sol" es la obra por la que Angebert es más reconocido. En este libro, profundiza en la influencia del simbolismo solar en diversas civilizaciones y figuras históricas. Su tesis central explora cómo el Sol, como fuente de vida y conocimiento, ha sido un eje central en la espiritualidad y las prácticas esotéricas desde Akhenatón hasta figuras más contemporáneas.
Enfoque Intelectual y Metodología
Angebert se distinguió por su capacidad para combinar el rigor académico con una mirada abierta hacia temas considerados marginales. Su trabajo se caracterizó por un profundo interés en las conexiones entre la historia oficial, el mito y lo esotérico. No era un defensor de teorías conspirativas sin fundamento, sino que creía firmemente que ciertas corrientes esotéricas habían moldeado —directa o indirectamente— el pensamiento político y cultural en Europa.